LIBRO: EDUCAR EN LA ERA DIGITAL.
Autor: Héctor Sevilla, Fabio Tarasow y Marisol Luna
Para
cumplir con su intención, la obra se encuentra dividida en tres partes. En la
primera de ellas se enfatizan algunas perspectivas conceptuales y
paradigmáticas del contexto actual de la educación.
El capítulo
que da inicio al libro, escrito por Silvina Casablancas, aborda las
reconfiguraciones que han sido necesarias en el rol del docente para que responda
de manera adecuada a la coyuntura del contexto digital. En sus letras,
Casablancas admite que pensar la labor del docente debe tomar en cuenta al
estudiante, así como las emociones y las nuevas tecnologías. En un sentido
esperanzador, la autora señala la actual posibilidad de intercambiar
conocimiento sin la barrera de la distancia, de compartir nociones y
experiencias; no obstante, enfatiza que la apertura a nuevas perspectivas sólo
será posible si nos atrevemos a perder el rumbo, al menos por un instante.
El segundo
capítulo, abordado por Héctor Sevilla, inicia delimitando las condiciones
actuales del panorama educativo, poniendo en la mesa de debate la noción de que
el uso de las TIC aumenta la calidad de los procesos de enseñanza y
aprendizaje. Con una óptica crítica, el autor señala el valor cultural de la
educación y la responsabilidad compartida
que es
menester para construirla de mejor manera; además, delinea una serie de
condiciones necesarias para la mejora educativa, entre las que destaca la prominencia
de la lealtad social, no sólo de los profesores hacia sus estudiantes, sino
también la que corresponde a los directivos, los actores políticos de cada
Estado y a la ciudadanía.
En el
último capítulo de la primera parte, la atención se centra en el papel que
tienen las TIC dentro del ámbito de la educación no formal. Escrito por Suhey
Ayala, Victor Castillo y Andrés Ramírez, el texto se enriquece con una
distinción entre la educación formal, la informal y la no formal, acentuando su
perspectiva en esta última. Los autores plantean claras objeciones hacia la
actitud triunfalista que sostiene que la sola integración de la tecnología en
algunos procesos educativos garantizará mejores resultados. Además, se
cuestiona con rigurosidad la actitud adaptativa y sumisa hacia las nuevas
tendencias, proponiendo una óptima revisión de las oportunidades que realmente
aporta la innovación y las
características que ésta debe tener para generar dividendos favorecedores.
La segunda
parte del libro, dirigida a la implicación de los avances tecnológicos en la
educación, inicia con las valiosas aportaciones de Valeria Odetti y Graciela
Caldeiro, quienes aluden la influencia de la internet como un espacio público
que repercute en la manera en que los sujetos construyen su identidad. Sobre
todo, su interés se enfoca en la dinámica juvenil acontecida en el intercambio
en la red, a través de distintos dispositivos y modalidades de vinculación
social La tercera parte del libro se encamina a la revisión de distintas
modalidades para las labores docentes actuales. El capítulo inicial de esta última
sección es aportado por Isabel Arreola, quien alude la significatividad del
enlace entre la tecnología educativa y la pedagogía.
La autora propone
especialmente la consideración de un soporte pedagógico que oriente y ofrezca
sentido a la incorporación tecnológica; en su reflexión, Arreola construye una
serie de argumentos que justifican la integración de un modelo educativo y
pedagógico en las modalidades de instrucción, toda vez que cualquier actividad
en los entornos de aprendizaje debe estar
fundamentada en una teoría educativa, para evitar convertirse en un conjunto de
acciones sin sostén epistémico que sólo fragmentan la formación de los
estudiantes.
Por último,
el colofón de esta obra corresponde a un capítulo dedicado a la capacitación
docente y su relación con las TIC y las TAC. Valiéndose de tablas y alusiones
prácticas, Marisol Luna y Daniel Ramos entretejen las distinciones entre las TIC
y las TAC, a la vez que proponen una serie de pasos para su implementación en
la enseñanza. Puntualizan también en la importancia de centrarse en las
necesidades de los estudiantes y dan por asumido que la capacitación
contemporánea tendría que incluir el involucramiento con las nuevas tecnologías.
Atte.
Mg. Edgar Zavaleta Portillo
Sub Dirección de Administración.